Nos volvemos a encontrar mi querida soledad, esta vez estuvimos alejados un buen tiempo, en el que pensé que tal vez en esta ocasión las cosas si funcionarían, ya no te recordaba, olvide tu aroma sombrío, tu silencio inquebrantable y esa manía por acompañarme siempre cuando mas vació me siento.
Seguro el sentimiento de tenerte cerca de nuevo, me trajo frente a una realidad de la cual pensé escapar; créeme que luche por tratar de no verte más, pienso que hasta forcé las cosas cuando ya no había porque luchar. Pero la verdad es que estoy aquí, juntos de nuevo para continuar aquella lección que quedo inconclusa y que debo retomar, no recuerdo bien en que íbamos en ese tiempo, pero sé que me hablabas sobre soltar y dejar ir aquello que ya no contribuye con nuestro propósito. La teoría siempre fue tan clara, pero sigue doliendo y es tan profundo… No sé si tal vez aprendí mal, o simplemente es que no estamos preparados para entender de manera racional, algo que solo se puede sentir y por medio de cada sensación es cuando realmente podemos asimilar el dolor y aprender que compartir contigo mí querida soledad, es la fuente para encontrar el amor verdadero en nosotros mismos.
Siempre he sido un
solitario y por eso no me extraña nada tu comportamiento indolente ante el dolor, pinchando donde más me duele, echando sal donde más arde y mostrándome lo que menos quiero recordar. Aunque se
mi querida soledad que solo eres tiempo y espacio y que no eres ni juez ni parte en ningún tipo de comportamiento emocional, tu sola presencia significa tener que perder alguien que ha sido importante, tu presencia representa
ausencia y ansiedad por no querer aceptar y frustración por descubrir que no podemos ser dueños ni tener control sobre la voluntad y decisiones de otros. La vida es tan confusa como el camino que recorremos, tiene tantas rutas distintas, que no puedo esperar que las personas que quiero vallan siempre junto a mí, y mucho menos pretender que el camino deje de ofrecernos oportunidades o gustos distintos como una invitación a seguir nuestros deseos y necesidades; esto
mi querida soledad, es lo que hace que tarde o temprano siempre alguien que queremos deje de compartir su presencia con nosotros y decida
seguir su camino alejado del nuestro. Aunque juntos coincidimos en el mismo trayecto por algún tiempo, siempre fuimos autónomos de cambiar de ruta y solo las coincidencias, el amor, el deseo o la misma locura lograron unirnos, pero no siempre lo que nos muestra el camino es lo que buscamos o nos gusta, en ese instante: es cuando la consciencia actúa para alejarnos de la incesante búsqueda de lo que no conocemos pero necesitamos encontrar, por eso decir adiós no siempre es un final, sino el comienzo de una nueva aventura junto a ti,
mi querida soledad.
Alguna vez me explicabas mi querida soledad, que seguir un camino que no nos pertenece desnaturaliza el nuestro solo por el hecho de querer perseguir la estela del que se fue.
En este dependiente contexto no se avanza, solo existimos en una vida que no nos corresponde y lo único que podemos lograr es ver como los demás avanzan, mientras el que sigue pegado a los recuerdos o atado a un pasado que nunca volverá; permanecerá inmóvil emocionalmente; dejas pasar lo bello que la vida tiene para ti y pierdes aquellos que si estaban dispuestos a caminar al lado tuyo. Ahora recuerdo mi querida soledad, porque recalcabas con tanto empeño que si alguien desea y necesita cambiar de rumbo y separarse de nosotros, no significa que sea malo ni bueno, simplemente piensa y siente distinto; esa es nuestra naturaleza, que somos todos diferentes y por el hecho de poder razonar es que sentimos, pensamos y al final decidimos de diferentes maneras. Cuando vives en la obsesión amorosa no avanzas, y aunque sientas que el camino se detiene, el tiempo no. El es implacable con aquellos que deciden desperdiciarlo, no importa que después te arrepientas y quieras retomar el tuyo; lo harás, pero sin remordimiento porque el camino como el tiempo es imposible echarlo atrás. Como recuerdo aquellas palabras ahora al ver cómo han pasado los años mi querida soledad; nace esa frustración por haber invadido el espacio de otro al que llegamos aceptados mas por lastima, costumbre u obligación con nosotros, que por amor y deseo sincero. Sintiendo como poco a poco éramos arrumados cuando llegaban los momentos especiales o importantes en los cuales nuestra participación, era la de simples espectadores limitados a no percibir y mucho menos disfrutar de esa felicidad, tomados como un cero a la izquierda por alguien que al final ni cuenta se dio que estuvimos ahí.
Hoy vuelvo a comenzar un nuevo trayecto
mi querida soledad, sabiendo que no puedo recuperar el tiempo perdido y que no sé que me espera tras cada paso que doy; solo sé, que todo lo que llegue, bueno o malo siempre dejara una enseñanza en mi, para crecer, para quererme y fortalecer mi
amor propio. Sueño con tantas cosas, pero solo puedo conquistar estos sueños yendo hacia adelante, sin mirar atrás, aceptando el dolor de soltar alguien especial. Que bueno sería poder colocar en un frasquito un poquito de cada persona maravillosa que abandona nuestro camino y cuando su ausencia se convierta en deseo irrefrenable de volver o recuperar, solo habría que tomar un poco de ellos y sentir su calor, su olor tan particular, su sonrisa, su mirada profunda, sus besos, abrazos, palabras… Y todo lo que tanto extrañamos para embriagarnos de esa persona y no pensar, solo sentir como la calma llega a todas nuestras emociones para poder continuar. Pero eso sería fácil y lo cómodo no deja enseñanzas, tal vez por eso
mi querida soledad tú haces aparición en estos momentos de angustia, dolor y sufrimiento no para ser un verdugo, sino un maestro que orienta e instruye como enfrentarnos a ti, para
sobrellevar la soledad.
Existen tantas y tantas personas viviendo vidas ajenas
mi querida soledad, mientras se olvidan de sus propias
heridas emocionales, tal vez no logran visualizar el daño tan grande que se hacen más el dolor y la frustración que traerá consigo el futuro, cuando se den cuenta que tanto tiempo desperdiciado en estas personas y relaciones, solo fue tiempo perdido e irrecuperable. Sin duda no es fácil
salir de entornos dependientes, pero tampoco es menos fácil luchar contra el impacto de verse al pasar los años con la necesidad de recuperar el tiempo perdido y estrellarse con la cruel realidad de saber que para continuar no es posible mirar atrás, lo que perdiste ya se fue, lo que se fue no volverá y lo que quedo es por lo que debes luchar, para poder hallar en ti ese amor tan necesario y que limitaste a encontrar en los demás, ahora no solo debes enfrentarte a tu cruel realidad, sino además aprender a olvidar ese amor que se fue definitivamente y al cual ya no puedes seguir mas.
En la vida
mi querida soledad siempre llega el momento de tomar decisiones que cambien nuestra realidad, pero muchos no pueden hacerse cargo de estas, porque no están preparados y su autoestima es tan baja que no tienen la fuerza para tomar acción sobre el cambio que tanto reclama su presente. Tal vez por eso
mi querida soledad es que muchos terminan prefiriendo dejar de vivir que seguir con el dolor de convivir con el sufrimiento, toman el camino fácil porque en su interior no existe un lugar que sea su refugio seguro en momentos de crisis y mucho menos encontraron alguien que le enseñara como controlar sus emociones y encaminarlas de manera positiva para crecer de ellas y no caer en la auto-destrucción. Hoy quiero que conozcan la mejor herramienta para eliminar la inseguridad en momentos de soledad, para no permitir que los recuerdos ataquen cuando quieran y conviertan nuestra vida en una constante zozobra de depresión y ansiedad por alguien que se fue y nos abandono. El programa “
7 Pasos Para Olvida Un Amor” contiene un libro electrónico diseñado para hacer de la practica el instrumento para controlar nuestra debilidad emocional y mental en momentos difíciles. Son más de 60 técnicas encaminadas a orientar nuestro inconsciente y cambiar la forma de pensar para atraer personas sanas a nuestra vida, con ello logramos hacer que nuestras futuras relaciones sean un proceso, donde las personas lleguen a nosotros solo aporten cosas positivas el tiempo que nos acompañen y saber agradecer cuando ellos o nosotros decidamos partir. Además el programa “
7 Pasos Para Olvida Un Amor” ofrece una serie de audios para cuatro semanas llamado “
Olvida A Tu Ex” por medio del cual podrás programar el control de tus emociones y obtener a través del medio auditivo un aprendizaje más potente y eficaz. Solo tienes que dar
Click Aquí para comenzar tu proceso de sanación, ese que tanto necesitas para volver a ver la luz en tu vida. La recuperación no solo consiste en olvidar ese amor que tanto te atormenta, sino en dejar bases fuertes en tu inconsciente para construir entornos positivos de ahora en adelante y no permitir que a tu vida
lleguen personas toxicas o relaciones destructivas. Nuestro objetivo es que conozcas mejor el programa, pero no hay manera mejor de conocerlo que probándolo, ¿cierto?, entonces quiero obsequiarte el Demo del Ebook totalmente GRATIS para que lo leas e inicies con tu proceso de recuperación ahora mismo, tan solo da Click Aquí y descarga tu copia gratuita. No es momento de dudar, recuerda que tus decisiones son el motor que impulsara el cambio en ti. Agradezco si consideras que este articulo puede ser de ayuda para otras personas, lo compartas o comentes en tus redes sociales para que otros que pasan por divorcios o separaciones puedan encontrar una salida a su dolor.
“Después de la tormenta viene la calma”, de ella se aprende y creces para salir fortalecido, por eso le llamo mi querida soledad.
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